Seguro que te apetece llevar una vida sostenible, vivir en armonía con la naturaleza y cuidar el medio ambiente. Pues bien, para que esto sea posible es necesario que tomes consciencia y vayas incorporando poquito a poco algunos hábitos que te ayuden a caminar en ese sentido (quizás tu ya lo haces).
Pero la realidad es que NO lo estamos haciendo, no nos estamos portado muy bien con el Planeta… y esto tarde o temprano nos pasará factura!
Y algo tan sencillo como cambiar la manera de hacer la compra puede suponer un paso de gigante.
Dime…
¿Te fijas en lo que compras?
¿Cómo viene envasado?
¿Dónde lo llevas y qué haces después con estos recipientes o bolsas?
Cada vez que vamos al supermercado tenemos una oportunidad para hacer el bien o el mal al planeta. Todo depende de si escogemos las opciones más respetuosas o más dañinas con el medio ambiente.
Y la verdad es que, por lo general, tenemos unas rutinas adquiridas que no son muy saludables (para el Planeta) y creo que ha llegado el momento de cambiarlas…
Y ¡ojo! no digo que vaya a ser fácil, pero te voy a dejar una guía para una compra sostenible que espero que sea como tu hoja de ruta… No hace falta que incorpores todas las acciones de golpe, puedes ir introduciendo una de ellas cada semana, cada mes o al ritmo en el que tu te sientas cómod@… la cosa es pasar a la acción!
Así que toma nota de estas 10 pautas que te dejo a continuación para hacer la compra de una manera más sostenible y así dar un paso más hacía una vida sostenible:
Guía para una compra sostenible
1- Evita el plástico
Esto te lo sabes de sobra: intenta consumir menos plástico en cualquiera de sus formas siempre que puedas. Lo primero y más sencillo es que lleves tu propia bolsa de tela para la compra, o lleva un carro, o reutiliza bolsas que tengas por casa… la cosa es no coger las bolsas de plástico del súper, que además hay que pagarlas!
Opta por productos frescos sin plástico. ¿Unas zanahorias envasadas? ¿Una piña pelada en un recipiente de plástico? Ya lo dijeron desde la iniciativa #DesnudaLafruta: la fruta y la verdura, mejor sin abrigo.
Igualmente elige el paquete de arroz o de pasta que viene en papel o cartón en vez de plástico, mucho mejor opción!
2- Elige envases de vidrio en vez de latas
Aunque el plástico está en el punto de mira, las latas no se quedan atrás. Primero, porque son de un solo uso. Y, segundo, porque entre sus componentes se encuentra el aluminio, producido a partir de la bauxita, que es un recurso no renovable cuya explotación ha dañado, por ejemplo, grandes áreas de la selva amazónica, según afirman en Ecologistas En Acción.
Y por si fuera poco, para la producción de aluminio se requiere una gran cantidad de energía eléctrica (15.000 kW/h por cada tonelada) y su producción genera residuos minerales y gases como el dióxido de azufre, fluoramina o vapores de alquitrán.
La buena noticia es que casi todo lo que viene enlatado, como el atún o los espárragos, también se vende en frascos de cristal, que pueden reutilizarse o reciclarse al 100%.
Así que ya sabes!
3- Compra a granel
Si puedes comprar algo a granel, hazlo. Hay tiendas específicas para esto pero incluso en los grandes supermercados ya hay muchas cosas que puedes comprar a granel.
Igual estás pensando …
“Pero igualmente tengo que ponerlos en una bolsa o recipiente de plástico”.
Pues, sí y no.
Si vas a comprar una cantidad grande de, por ejemplo, nueces, siempre será mejor que las pongas todas en la misma bolsa a que compres 2 ó 3 paquetes, verdad?
Y mucho mejor aún es que lleves tus propias bolsas reutilizables o envases de cristal… eso si que es apostar por una visa sostenible!
4- Compra productos de proximidad
Ten en cuenta que todo lo que vienen de otros países hay que traerlo y que el transporte contamina.
Así que apuesta por consumir los productos de la zona y si son de temporada mejor que mejor!
Que es una pena que las estanterías del supermercado se llenen de tarros y tarros de pimientos rojos procedentes de Perú cuando tenemos unos pimientos del piquillo fantásticos aquí al lado…
¿Estamos locos?
5- Come productos de temporada
Muy al hilo de lo anterior, apuesta siempre por consumir lo que la tierra nos da en cada momento, que la naturaleza es muy sabia!
Y es que si no es así, no queda más remedio que traer esos productos de otros países… y digo yo que tampoco es tan grave comer melones sólo en verano y no durante todo el año, no?
Teniendo claro las temporadas de frutas, verduras y pescados podemos hacer una compra más sostenible y que de verdad cumpla con la pauta anterior. Porque solamente consumiendo productos de temporada podremos apostar por el producto de proximidad.
Si quieres yo puedo mandarte un calendario de frutas y verduras de temporada, no tienes más que pedírmelo!
Mi correo es marta@martamorfosis.com
6- Compra sólo lo necesario
Hay unos conceptos básicos para una vida sostenible:
Reducir – Reutilizar -Reciclar
Así que compra sólo lo necesario, lo que vayas a consumir, no sea que termine sobrando de todo y vaya a parar al cubo de la basura!
Para ello lo mejor es que planifiques tu compra y no hay nada mejor como tener el menú semanal pensado para hacerlo bien.
Se me ocurre que quizás te puede ayudar esta idea de menú vegetariano que he preparado para ti y que puedes descargarte ahora mismo.
7- Lee las etiquetas de los productos
Yo cada vez lo hago más, a veces me siento un poco como «la rara que lee las etiquetas» pero en realidad lo que me sorprende en que no lo haga más gente…
¿Qué nos da lo mismo comprar una cosa que otra?
Creemé, hay una gran diferencia de un producto a otro, aunque se trate, en principio, de la misma cosa.
Aparte de comprender si un producto es sano o no, leyendo la etiqueta puedes encontrar información sobre si es más o menos sostenible.
En 2018, la Comisión Europea aprobó que, además de la carne de ternera, las frutas y las verduras, el aceite de oliva, la miel y los casos que lleven a confusión, todos estos alimentos debían indicar su origen: la carne de cerdo, de cordero, de cabra, de aves de corral y el pescado.
Además, España añadió que también la leche y los productos lácteos debería añadir en su etiquetado el país de origen.
8- Llena la cesta de alimentos de origen vegetal
Lo sabemos: el ritmo de producción actual de la industria cárnica es insostenible y esto tiene un claro impacto medioambiental.
Si te cuesta incorporar las verduras en tu día a día, si siempre las comes de la misma forma y te resulta aburrido o simplemente no sabes qué hacer con ellas… te invito a que eches un vistazo al apartado de recetas de este blog, es un lugar de pura inspiración, ya lo verás!
9- Apuesta por el pescado sostenible
Si comes pescado has de saber que año tras año terminamos con nuestros propios recursos pesqueros y nos quedamos con los de países que, con frecuencia, están en vías de desarrollo. A nuestro bolsillo le sale barato pero, al planeta, extremadamente caro.
Por si fuera poco, tampoco pescamos de la forma más respetuosa: el método más usado es por pesca de arrastre, una técnica que destruye los fondos marinos y que, además, pesca un 40% de especies no deseadas que luego terminan descartándose. Por ley, todo el pescado vendido en sitios autorizados debe tener su etiqueta, así que pídela en la pescadería o pregunta si tiene el sello MSC, que certifica que esta merluza o esta caballa han sido pescadas de forma sostenible. Para saber más, consulta la Guía de Consumo Responsable de Pescado y Marisco de WWF.
10- Exige a tu supermercado que sea sostenible
Aunque no te lo creas los consumidores tenemos una gran responsabilidad con el planeta al elegir cómo, qué y dónde compramos.
Y también una gran fuerza para exigir que se hagan las cosas de una manera determinada. Sabes eso de la oferta y demanda, verdad? Pues eso… que a fin de cuentas los supermercados NO nos van a ofrecer nada que no sea demandado y viceversa.
Los supermercados pueden marcar una gran diferencia implementando medidas que sean respetuosas con el planeta. Compra allí donde consideres que se toman en serio el cuidado del medio ambiente y se preocupan por ofrecer un servicio y unos productos cada vez más sostenibles, que apuestan por marcas que están haciendo las cosas bien (que las hay).
Algunos certificados, como el IPS (Instituto de la Producción Sostenible), galardonan las buenas prácticas en materia de sostenibilidad. En el sector de los supermercados, solamente Carrefour lo ha recibido.
Además en la página de Greenpeace puedes ver un ranking de supermercados según su huella plástica.
Infórmate y alza la voz para que tu supermercado aplique unas políticas más sostenibles!
Cada pequeño gesto del consumidor cuenta.
? Y hasta aquí esta guía para una compra sostenible, como te decía espero que te sirva como hoja de ruta y te ayude a avanzar hacia una vida más sostenible… el planeta te lo agradecerá!