Lo cierto es que a la mayoría de las personas entrar en contacto con la Naturaleza nos transmite una agradable sensación de bienestar.
En cierto modo como que nos hace sentir libres, verdad?
Incluso cuando está desatada y vivimos la naturaleza en su modo más bravo – grandes tormentas, viento u oleaje extremo- se mueve algo en nuestro interior que resulta irresistible… ????.
Un paseo por el bosque, empaparnos con la lluvia en la montaña, ver un mar embravecido… situaciones como estas y muchas más suelen transmitirnos una indescriptible sensación de libertad o, cuanto menos, una sensación un tanto liberadora que nos da fuerza y nos ayuda a sobrellevar día a día, nos saca de la rutina y nos invitan a soñar despiertos.
¿Por qué la Naturaleza nos da sensación de libertad?
Por una parte está el símbolo
Ver los pájaros que vuelan libres, disfrutar de playas nudistas en entornos casi vírgenes, sentir los pies descalzos sobre la arena…
Y a la contra nuestro día a día: los zapatos, el traje o la corbata que nos oprime física y mentalmente en un entorno urbano.
La naturaleza representa una liberación de cuerpo y alma, la desconexión, la paz, la tranquilidad.
Mientras la ciudad está más relacionada con el estrés, las prisas, la rutina…
Lógicamente, es una Naturaleza idealizada, es un símbolo, pero también tiene mucho de cierto.
Por otra nuestro orígenes:
La naturaleza nos lleva a nuestro origen, es el escenario en el que el ser humano ha nacido y ha evolucionado durante cientos de miles de años. Es el es lugar en el que se ha ido moviendo, desde que bajó de los árboles y comenzó a caminar erguido.
Quizá por ello un entorno natural favorezca la creatividad, la evolución y nos haga sentir más libres.
Lo que si es cierto y la neurología ha descubierto, es que cuando caminamos se libera el lóbulo frontal, la parte del cerebro que mantiene el control de nuestras emociones. Y efectivamente esto hace que nos sintamos más libres.
Si además lo hacemos en la naturaleza, sin prisas y sin exigencias, esta sensación se incrementa.
Así, cuando nos encontramos en un entorno natural, es más fácil que las ideas comiencen a fluir, que la desconexión se haga real y que nos sintamos más liberados.
En la naturaleza nos sentimos parte de un todo, y nos permitimos fluir, volver a la esencia, disfrutar, relajarnos…
Ahora vienen unos días de fiesta por delante… te invito a que te regales un momento natural ( varios) y nos cuentes tus sensaciones!