¿Cual es el mejor protector solar?

¿Qué grado de protección debo utilizar?

¿Cómo le sentará a mi piel esta crema solar?

¿Qué componentes son los mejores?

¿Y los peores?

¿Qué es eso de los filtros físicos y minerales?

Y un sin fín de preguntas más…

¡Qué locura!

La verdad es que comprar un protector solar puede convertirse en toda una odisea si no se tienen claros ciertos conceptos.

Factores clave que, en primer lugar, van a determinar por dónde debe empezar nuestra búsqueda, acotando un poco el campo… y para ello es imprescindible saber qué opciones podemos encontrarnos y las diferencias que hay entre ellas , no te parece?

No hay nada como conocer y tener la información adecuada para poder actuar en consecuencia y de manera consciente.

Y esta es mi misión con el post de hoy, poner un poco de luz en este tema y ayudarte a elegir la mejor opción para tí, que puedas hacerlo con criterio y conocimiento de causa, claro!

Bien, ¡vamos al grano! Que esto tiene mucha miga…

Lo primero para poder elegir el mejor protector solar para cada un@ debemos saber distinguir entre las opciones que existen (protectores químicos, físicos y biológicos) y saber cómo actúa cada uno de ellos y los efectos que pueden tener sobre nuestra piel.

Tipos de filtros solares: filtros físicos vs filtros químicos

La verdad es que a la hora de adquirir una crema solar la mayoría de las personas se fijan en el factor de protección y poco más, no le dan importancia al resto.

Y sin embargo LA TIENE.

¡Saber cómo actúa ese producto que estás aplicando en tu piel es realmente importante!

Especialmente para aquell@s que apostamos por productos naturales y un estilo de vida ecológico, sostenible y saludable.

Así que vamos a ver esos PEQUEÑOS DETALLES que marcan la diferencia entre unos protectores solares y otros.

– FILTROS QUÍMICOS: son los que llevan las cremas de toda la vida, las más comerciales, las que encuentras a montones en todas las tiendas y supermercados cuando llega el verano.

Estas cremas solares contienen sustancias químicas (filtros químicos) capaces de penetrar incluso hasta capas profundas de nuestra piel y producir una reacción fotoquímica que transforma la radiación solar en calor.

Para que se entienda fácilmente, los protectores solares con filtros químicos lo que hacen es absorber las radiaciones del sol y las transforman en calor para que su efecto no sea dañino.

Algunas de las sustancia químicas que podrás ver en su composición y que más se usan son: Octylcrylene, Octinoxate, Avobenzone, Oxybenzone, Octisalate, Homosalate, 4-MBC, Meroxy SX y XL.

La gran desventaja de este tipo de protectores es que, como muchos otros productos químicos empleados en cosmética, penetran totalmente en nuestra piel y pueden causar ciertas intolerancias, alergias cutáneas e incluso patologías más graves.

Muchos de estos componentes están en entredicho por su posible efecto cancerígeno, por alterar nuestro sistema hormonal (disrruptores endocrinos) y otros procesos dañinos.

Y NO sólo nos perjudican a nosotros si no que también inciden muy negativamente en la vida marina… al final, con cada baño que nos damos parte de esa crema (con todas sus sustancias tóxicas) para a parar al mar.

Además ten en cuenta que es necesario aplicar estos protectores solares una media horita antes para que hagan su efecto y la protección sea real.

Este tipo de filtros pueden perder su efecto con el paso del tiempo y es por ello que no se recomienda reutilizarlos de un año para otro.

– FILTROS FÍSICOS (o minerales): estas cremas se elaboran con polvos minerales que no penetran en la piel sino que crean una película externa que funciona como espejo reflejando los rayos solares e impidiendo que penetren en la piel.

Por este motivo, estos filtros nos protegen desde el mismo momento de la aplicación, sin ser necesario esperar un periodo de tiempo para que hagan efecto.

En este caso los más comunes son el dióxido de titanio y el óxido de zinc.

El principal inconveniente de estos filtros es su posible toxicidad si estas partículas pasaran al torrente sanguíneo. Esto puede ocurrir por inhalación (algo bastante difícil de que ocurra ya que estamos utilizándolos en un formato de crema) o por la presencia de partículas muy pequeñas (nanopartículas).

Por eso siempre que un producto contenga nanopartículas se debe advertir en el envase… y tu deberías evitarlo! 😉

Tradicionalmente suelen ser cremas más espesas y que dejan como una ligera película blanquecina durante los primeros minutos de la aplicación. Pero la cosmética también ha evolucionado en este sentido y cada vez se consiguen cremas más fluidas y que apenas dejan resto, prácticamente iguales a las de filtros químicos (depende de las marcas, claro está).

Los protectores naturales y ecológicos suelen emplear este tipo de filtros, que además de efectivos son seguros y respetuosos con la salud de la piel y del medio ambiente (como te he comentado, los químicos contaminan mucho los mares y repercuten negativamente en los peces, los arrecifes de coral…).

– FILTROS BIOLÓGICOS: utilizan sustancias antioxidantes que evitan la formación de radicales libres, por lo que evitan cierta acción de la radiación solar sobre nuestra piel.

Se encuentran en ciertos aceites, mantecas y otros productos naturales como el aceite de sésamo,  de aguacate, de germen de trigo, de oliva, la manteca de karité o el aloe vera.

Su factor de protección suele ser bastante bajo, por lo que se emplean como potenciadores y ayudantes de otros fotoprotectores y no como filtro único.

Evidente mente los filtros físicos y biológicos son los únicos aceptados en las formulaciones cosméticas con sellos ecológicos, por lo que si te encuentras ante una crema de protección solar con el distintivo de «ecológica» puedes estar segur@ de que NO va a tener filtros químicos, si?

También existen formulaciones de productos que combinan filtros químicos y físicos o incluso los tres tipos.

Entonces…

¿Ha quedado clara la diferencia entre los tipos de cremas colares que podemos encontrar?

Pues ahora toca elegir el mejor protector solar!

Mi recomendación: el mejor protector solar…

Desde luego en niños menores de 3 años hay que utilizar filtros físicos, de eso hay ninguna duda! A partir de ahí que cada cual decida…

Una buena opción es utilizar un producto que combine filtros físicos y químicos de calidad, que los hay, no todos los filtros químicos que se emplean hoy en día son nocivos, para nada!. Pero identificar qué componentes son «buenos o malos» sin tener unas nociones básicas puede resultar complicado…

Por ello yo ya hace tiempo que decidí apostar por los filtros físicos, con sello ecológico, por supuesto!

Además hay otros aspectos a tener en cuenta como puede ser el tipo de piel de la persona, si se encuentra en alguna etapa especial de la vida como puede ser el embarazo, si se están tomando medicamentos o si se quiere una protección resistente al agua con o sin perfume, parabenos, etc….!

Desde hace unos años estoy utilizando el protector solar de Ringana (soy muy fan), que protege de forma natural: está formulado con óxido de zinc (protector solar mineral), que protege contra rayos UV nocivos como un escudo natural. Incorpora, entre otros, aceite de karanja que apoya la protección solar de forma natural (filtro biológico). Lleva también extracto de cúrcuma (regenera las células y protege de radicales libres), bisabolol y coenzima Q10, que calman y regeneran la piel.

Es una crema fácil de aplicar, no es demasiado densa, de hecho odio las cremas muy densas, especialmente las de sol ya que yo soy una persona que suda bastante y me producen cierto agobio!

Y NO, no te quedas blanca después de habértela aplicado, como si te hubieras rebozado en harina… odio esas cremas!

Tiene un factor 20, pero NO te asustes que hay mucho desconocimiento en relación a este tema…

Te explico,

Este factor 20 quiere decir que el FRESH sunscreen de Ringana filtra el 95% de los rayos ultravioletas. Con factor 50, solo sería un 3% más, o sea un 98% ya que el aumento no es lineal, de acuerdo? Y para legar a ese 3% más es necesario utilizar algunas sustancias que no nos gustan nada…

¿Y entonces ese número 20 que quiere decir?

Nuestra piel tiene un período de autoprotección que varía según la persona. Este período es el tiempo que nos podemos exponer durante el día al sol sin protección, sin que la piel se enrojezca ni sufra. El período de autoprotección se multiplica con el factor de protección solar (20, 30, 50…), resultando en el tiempo máximo que se puede pasar al sol sin que la piel quede roja.

Por ejemplo: 30 minutos de autoprotección, factor 20 = 30×20 = 600 minutos = 10 horas.

Así que lo importante es aplicar suficiente cantidad de crema solar y hacerlo regularmente (cada 2 horas aprox), pero eso nos lo dicta el sentido común, verdad?

Aunque también te diré que como los filtros son físicos y no se absorben si no que se quedan en nuestra piel (aunque nos bañemos si son resistentes al agua) la protección dura muchísimo más con una sólo aplicación!!!

Vamos que es cierto que hay que repetir las aplicaciones para exposiciones largas pero no te vuelvas loc@ con esto, que a no ser que te laves con jabón o te vayas frotando por todas las esquinas los filtros seguirán ahí protegiéndote, si?

Por eso aunque hay que hacer repeticiones de aplicación siempre tendremos un mínimo de protección… a mí eso me da mucha tranquilidad, a veces me olvido y soy un desastre!

Además la crema solar de Ringana no tiene nanopartículas, tampoco conservantes sintéticos, ni parabenos y es resistente al agua y, por supuesto, NO la contamina.

Y no sólo genera un bronceado uniforme, también contrarresta intensamente los síntomas de envejecimiento cutáneo causado por el sol, para mí un producto 10 y un acierto seguro!

>>>>> Te dejo por aquí el enlace a la tienda para que puedas conocerlo mejor FRESH sunscreen.

Y ahora sí…. ya tienes la información necesaria para hacerte con el mejor protector solar y disfrutar sin riesgos del veranito. Te recuerdo además que esto de protegerse del sol es uno de los 8 factores claves para tener una piel bonita, te invito a descubrir el resto!