La verdad es que esto del agua a muchos nos trae de cabeza. Que si lo ideal es beber entre 2 y 3 litros de agua al día, que si 4 ya son demasiados, que si lo mejor es escuchar a tu cuerpo y darle lo que necesita…. Si esto me cuadra más… pero cómo escucho a mi cuerpo, yo no soy un/a expert@!

Bueno, vamos a ver si consigo poner un poco de luz en el asunto y resolver este dilema, de acuerdo? Que además ahora que se acerca el verano es importante tenerlo claro…

Yo reconozco que soy de las que bebe mucha agua, especialmente mientras trabajo la botellita tienen que estar siempre a mi lado. Me gusta además añadirle un poquito de limón y jengibre!

Lo que está claro es que el agua es ESENCIAL para la VIDA. 

El agua cumple funciones realmente importantes en nuestro organismo: regula la temperatura corporal, envuelve los tejidos de nuestro cuerpo, es el vehículo que distribuye los nutrientes y también el oxígeno allí donde se necesita, el agua es imprescindible para eliminar los residuos y también protege nuestras articulaciones y órganos.

Utilizamos agua en todas las reacciones bioquímicas de nuestro cuerpo y también perdemos parte de ella cuando sudamos, vamos al baño e incluso al respirar! Por lo tanto es necesario reponerla de manera contínua para que nuestro organismo disponga de las reservas necesarias.

Evidentemente una señal muy clara de deshidratación es la sed, siempre que haya sed debemos beber agua. Es cierto que hay personas que no identifican del todo bien esta sensación y esto puede suponer un problema. A veces se confunde con el hambre, incluso hay personas que dicen no tener sed nunca… en este grupo se encontraba muy abuelo… siempre diciendo eso de «el agua para los patos».

Piel seca, pelo quebradizo, estreñimiento, dolores de cabeza, dolor muscular o en las articulaciones, retención de líquidos… Estos son algunos de los síntomas de que tu cuerpo tiene sed. Quizás no sepamos cuánta agua nos hace falta pero lo que está claro es que debemos de beber más para que nuestro cuerpo se sienta sano y evitar la retención de líquidos y sensación de hinchazón.

Una forma más o menos sencilla de saber si estamos bebiendo suficiente agua es observar el color de nuestra orina: si se ve oscura y tiene un olor muy fuerte es síntoma de deshidratación. Por el contrario si nuestra orina es muy clarita, sin apenas color, sabremos que estamos tomando la suficiente agua! 

Sí, sí, pero a lo que vamos… ¿Cuántos litros de agua deberíamos tomar?

He aquí la fatídica pregunta que nos vuelve loc@s!

Según el departamento de Salud y Medicina de la Academia Nacional Americana, los hombres necesitan 3,5 litros diarios, y las mujeres 2,8 l. Pero estas cifras son muy relativas ya que las necesidades de cada persona depende además de otros muchos factores, vamos a ver los 3 más significativos para que los tengas en cuenta:

1- Alimentación: si en tu dieta incluyes alimentos con mucha agua como frutas y verduras, además de infusiones o zumos verdes ya estás aportando una gran cantidad de agua a tu organismo por lo que no necesitarás proporcionarle un gran «extra». Sin embargo si te alimentas a base de pan, pasta y carne tendrás que hacer un esfuerzo mayor para mantenerte hidratad@, si?

2- Nuestra localización y la época del año en la que nos encontremos. El clima en definitiva, que a va hacer que perdamos más o menos agua a través del sudor. En un clima húmedo y cálido será necesario beber más agua al igual que en un desierto donde ese aire seco también deshidrata un montón. En general tod@s notamos más sed en verano verdad?

3- El deporte es otro de los factores determinantes ya que mientras se practica se pierde mucho líquido. Por ello es necesario hidratarse bien tanto antes como después del ejercicio. A parte de reponer el líquido perdido, te ayudará a prevenir los calambres.

También vas a necesitar aumentar el consumo de agua en situaciones puntuales como es durante el embarazo o la lactancia, o si tienes diarrea, vómitos o fiebre.

Bien, ahora ya sé que necesito reponer alrededor de 3 litro de agua al día… ¿Cómo lo hago?

Como ya he comentado es importante tener en cuenta que parte del agua que necesitamos se toma a través de los alimentos, las frutas son unas grandes portadoras de agua (además de otros nutrientes fantásticos). Por lo que si prestamos un poquito de atención a lo que comemos nos será más fácil, tampoco hace falta volverse loc@ y andar con mediciones, eh?

Y lo que desde luego NO es recomendable es beber mucha cantidad de golpe… que me tengo que beber 3 litros? Pues lo hago de una vez y termino con ello! Nooo, el cuerpo no está diseñado para beber de una sola vez todo el agua que necesita. Esto podría provocar hiponatremia, o dicho de otra manera, una intoxicación por exceso de agua. Lo que ocurre es que si ingerimos mucha agua de golpe los niveles de sodio bajan demasiado rápido pudiendo poner en riesgo nuestra vida.

Así que lo mejor será distribuirla a lo largo del día:

• 1 buen vaso de agua al levantarte. Con unas gotitas de zumo de limón mejor que mejor.

• 1 infusión con el con el desayuno o a media mañana

• 1 té a media tarde o cualquier otra bebida que incorpore gran cantidad de agua (al final todos los lattes llevan bastante agua y también podrían servirnos, de acuerdo?)

• 1 infusión relajante antes de acostarnosY luego aplicar eso de llevar siempre contigo una botellita de 750 ml-1 l libre de bisfenol (BPA) funciona fenomenal. Te la llevas contigo a todas partes y vas dando sorbitos de vez en cuando!
Durante las comidas no hay problema en beber agua si el cuerpo así te lo pide, pero mejor hazlo a pequeños sorbos y no en tragos muy grandes para no disolver lo jugos gástricos.

Te sentirás mejor…

Beber una buena cantidad de agua te ayudará eliminar liquidos retenidos, y aun será más eficaz si evitas tomar sal e incrementas el consumo de alimentos ricos en potasio como las frutas y vegetales frescos.

Y bueno, si tienes problemas de peso el agua (especialmente en forma de infusión) es tu aliada perfecta ya que mantendrá tu estómago lleno y no tendrás tanta tentación de picar entre horas o de recurrir a otras bebidas azucaradas que no son nada convenientes.