Tener una piel sin impurezas y radiante es algo que tod@s queremos, ¿sí o no?

Al final nuestra piel es un poco como nuestra carta de presentación, es lo primero que se ve y he de decirte que refleja mucho el cómo estamos por dentro también…

Hemos de tener en cuenta que la piel es el órgano más grande y que actúa como escudo protector natural frente al exterior: nos protege de los rayos ultravioletas, de las toxinas ambientales, bacterias nocivas y mucho más.

Así que podríamos decir que la piel está continuamente expuesta a cargas y esfuerzos para facilitarnos algo la vida.

Pero es cierto que también la podemos apoyar en su trabajo dándole lo que necesita.

Y déjame que te diga que en esto de la cosmética y el cuidado de la piel HAY UNA VERDAD ABSOLUTA:

Una piel sana es una piel limpia y una piel limpia es una piel bonita.

¡Y una piel bonita no necesita mucho más!

Por lo tanto la limpieza es el gesto cosmético más importante. Es el mandamiento que está por encima de todos los demás, el que los resume a todos.

Así que convierte este acto en un ritual:

Cuando llegue la noche métete en el baño y deja que ocurra el milagro…

Realiza tu limpieza facial con mimo y cariño, sin prisa… disfruta de ese momento contigo misma y disfruta del momento.

Hay muchas productos para limpiar tu piel: leches limpiadoras, geles, toallitas, etc…

No importa tanto cuál utilices, lo importante es que lo hagas a diario.

Así que elige el que más te guste, el que mejor sensación te deje, el que te permita disfrutar de ese momento y convertir tu limpieza facial en un ritual placentero!

A mí me gusta utilizar esta crema limpiadora que es súper suavecita y no pican nada los ojos si se mete algo de producto (mis ojos son muy sensibles). Además es un producto orgánico, lleno de productos naturales, ¡como a mí me gusta!

Pero…

¿Por qué aparecen impurezas en la piel?

Normalmente el tipo piel que tiende a tener más impurezas es una piel grasa.

El principal responsable de estas impurezas es el exceso de producción de sebo cutáneo.

Aquí tienen mucho que ver las hormonas, especialmente los andrógenos (hormonas sexuales masculinas). Es por esto que los adolescentes, que se encuentran en plena revolución hormonal, suelen ser los que más padecen de piel con impurezas.

Cuando hay un exceso de sebo la piel tiende a brillar, pero no de un modo radiante, nooo… es más bien un brillito grasiento que no nos gusta mucho la verdad. La queratinización de la piel impide que el sebo excedente sea evacuado, por lo que los poros se obturan, produciendo inflamaciones y en consecuencia espinillas y granos (que tampoco nos gustan nada por cierto).

Pero ¡ojo! que además de las hormonas, también cuentan otros factores, como predisposición genética, alimentación, edad y afecciones ambientales externas.

He de decir que no todo es malo si tienes la piel grasa, que también tiene algunas cosas positivas este tipo de piel.

Y es que el sebo cumple una función protectora que mantiene la piel a salvo de la deshidratación, el frío, la humedad y la radiación solar, conservando su firmeza durante más tiempo. Lo importante es mantener el equilibrio natural y combatir la producción excesiva de sebo con un cuidado y una alimentación adecuados.

Si te cuesta identificar tu tipo de piel y quieres saber cómo es una piel grasa te recomiendo ver este vídeo que en unos segundos resolverá tus dudas.

¿Cómo cuidar la piel con impurezas?

Como te he comentado al inicio el objetivo número 1 debe ser mantener la piel libre de suciedad y bacterias.

Así que lo dicho, limpia tu piel, a poder ser 2 veces al día, por la noche y por la mañana.  Así también eliminarás las células muertas, restos de sudor y otras sustancias que se hayan podido acumular en la piel durante la noche.

¡Y queda terminantemente prohibido tocarse continuamente la cara! Y mucho menos reventar granitos, que nos conocemos…

Lo sé, no es tarea fácil.

Además no fumar, una vida sin estrés y una buena alimentación también ayudan mucho. Te recomiendo reducir al máximo el consumo de azúcar y productos lácteos y aumentar la ingesta de alimentos ricos en fibra, como productos integrales, legumbres, setas, fruta y verdura.

¡Tu piel te lo agradecerá!

Y además de la limpieza diaria, que ya sabes que es básica, te recomiendo utilizar un par de veces por semana algún producto exfoliante que te ayude a purificar tu piel a mayor profundidad.

A mí me gusta mucho y te recomiendo un montón realizar una exfoliación enzimática con la FRESH illuminating enzyme mask.

Un producto que puedes utilizar 1 o 2 veces por semana, que elimina células muertas y retira el exceso de sebo. Al mismo tiempo, favorece la renovación celular. La exfoliación enzimática no requiere retirar los residuos friccionando, como es habitual en exfoliaciones mecánicas con partículas exfoliantes.

Por este motivo, este producto resulta especialmente suave e idóneo para las pieles más sensibles (la mía lo es y me va fenomenal).

Con estos consejos que te doy lograrás un cambio importante, ponte en marcha y me cuentas los resultados.

Y si te sientes identificad@ con esto que te cuento pero estás un poco perdid@ y no sabes cómo cuidar tu piel y quieres que te paute una rutina facial completa puedes escribirme a marta@martamorfosis.com y vemos tu caso.

¡Estaré encantada de ayudarte!